La Catrina abre sus puertas con un horario variado adaptándose a las necesidades de su clientela; permanece cerrado los martes, pero el resto de la semana, desde las 2 p.m. hasta las 11 p.m., y extendiendo su servicio desde las 7 a.m. los jueves, viernes y lunes, asegura ser el lugar perfecto para disfrutar de comidas auténticas en cualquier momento.
La decoración del lugar es un homenaje vibrante a la tradición mexicana, destacando por su colorido y elementos icónicos que crean un ambiente acogedor y festivo. La atención al cliente es otro punto fuerte de La Catrina, donde el personal es amable, atento y siempre dispuesto a recomendarte lo mejor de su menú.
Hablando de la cocina, La Catrina ofrece una variedad de platos auténticos y sabores intensos, desde los tradicionales tacos y enchiladas hasta especialidades menos conocidas pero igualmente deliciosas. La calidad de los ingredientes y la autenticidad de las recetas se reflejan en cada bocado, haciendo honor a la genuina gastronomía mexicana. Además, no puedes dejar de probar su selección de tequilas y mezcales, perfectos para acompañar tu comida o celebrar una ocasión especial.
Lee también:Taquería Mexicana El Chicharrón Revisión Y OpinionesLa satisfacción de los comensales se ve reflejada en las excelentes críticas y comentarios que el restaurante recibe constantemente. Para reservaciones o consultas, pueden contactarse directamente al teléfono +34 918 67 55 14.
La Catrina es más que un restaurante; es una experiencia que celebra con pasión la riqueza culinaria de México, convirtiéndose en un imperdible para los amantes de la buena mesa en Madrid.
CÓMO LLEGAR AHORA
LLAMAR: +34 918 67 55 14
Dirección: C. del Océano Atlántico, 1, 28821 Coslada, Madrid, España
Horario de La Catrina
Martes:Cerradomiércoles:2-11p.m.jueves:7a.m.-11p.m.viernes:7a.m.-11p.m.sábado:2-11p.m.domingo:2-11p.m.lunes:7a.m.-11p.m.
Lee también:Restaurante EL GUERNICA Revisión Y OpinionesOpiniones de La Catrina
Recientemente visité La Catrina, un restaurante mexicano que, a pesar de su apariencia más cercana a un bar español que a uno típicamente mexicano, ofrece una experiencia culinaria que habla por sí misma. La atmósfera del lugar puede ser engañosa al principio, pero la calidad de la comida es indudablemente auténtica y deliciosa, lo que me lleva a otorgarle una evaluación media de 4.5 sobre 5.
La experiencia comenzó con una cálida bienvenida por parte de lo que parecía ser la propietaria y su hija, encargadas tanto de la atención al público como de la cocina. Fue reconfortante ver cómo se encargaban personalmente de cada detalle, lo que añadió un encantador toque casero a la comida. Comimos como en casa, disfrutando de platos tradicionales mexicanos preparados con amor y cuidado.
La variedad en el menú fue impresionante, abarcando desde platos fuertes hasta bebidas tradicionales como micheladas y canarios. Todo lo que probamos estaba excepcionalmente rico, especialmente destacables fueron el guacamole fresco con totopos caseros y los tacos de cochinita y al pastor. Estos últimos fueron mis favoritos, con un balance perfecto de sabor y autenticidad. Definitivamente, repetiremos.
Sin embargo, no todas las opiniones son unánimes. Un comensal expresó su profunda decepción, marcando un fuerte contraste con la mayoría de las experiencias. Según él, la comida distaba mucho de ser auténticamente mexicana, describiendo tanto las quesadillas como las tortas secas y carentes de sabor. Aunque respeto su opinión, mi experiencia y la de muchos otros sugiere que tales incidencias son más bien la excepción que la regla en La Catrina.
Lo más destacado, además de la comida, fue sin duda la hospitalidad y el servicio amable. A pesar de un pequeño descontento con la calidad de las servilletas, que realmente es algo menor, el personal hizo recomendaciones fantásticas y nos atendió de manera excepcional. El ambiente familiar y acogedor del restaurante contribuyó de gran manera a nuestra satisfacción general.
La Catrina merece una visita por parte de aquellos que buscan experimentar sabores mexicanos auténticos en un ambiente cálido y acogedor. Aunque el aspecto del local pueda dejar algunas dudas inicialmente, la comida y el servicio compensan con creces. Sin duda, volveremos gracias por todo.
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